Ir al contenido principal

No me puedo conectar conmigo

Abro la pestaña de youtube tratando de encontrar algún video con música que me ayude a entablar una relación con mi guía espiritual, o que simplemente me quite de la cabeza pensarte tanto.
Mientras tanto, river - boca que no para de sonar en Belgrano. En el piso 8 de un edificio bastante alto, pero no lo suficiente, que no colabora con las ganas de olvidarte.
Mi tercer ojo no encuentra ayuda en esta música, es de lo más extraña. O quizás así sea como tengo que sentirme, extraña.
Saturada y extraña tal vez sean sinónimos.
No lo creo.
Ya no creo en mí, no creo en que esta especie de ruidos extraterrestres que suenan en la compu me ayuden realmente.
No creo en que puedas darme la tranquilidad que no estoy encontrando en todo lo que me acontece.
Las cosas hermosas que me pasan son gracias a la energía que saco de donde no tengo, y que alguna vez puse donde no debí.
Eso aprendí a manejarlo, o al menos, a enfocarlo.
El universo a veces, muchas, no me deja colocar mis ganas donde van.
Irán ahí?
No sé,
si tengo que buscar la respuesta en mí, en el canto de los monjes tibetanos de youtube, en tus silencios de Whatsapp o en la luna llena que me hace llorar.
No la quiero culpar, pero hoy no me habla como siempre y eso me enoja.
No quiero que se le haga costumbre que cuando esté tan linda como hoy, se la dé de diva y no me ayude a encaminarme, como lo hizo tantas veces.
No quiero que me abandone.
Por más que no lo quiera, lo hace.
Ella me abandona.
Él no me contesta.
Me pide que lo olvide y que busque consuelo en mí.
No quiero mi consuelo, ya sé a donde me lleva.
A los mantras de concentración de esos canales súper concurridos, que sólo hacen que creamos que tienen el poder de ayudarnos.
Así sucede, les damos ese poder. Les creemos.
Yo le creo, y me creo liberada y completamente curada, para mañana encarar el día y la semana con una energía totalmente renovada, vacía de lágrimas.
Vacía,
por todo lo que lloro cuando intento encontrarme.
Renovada
porque estoy acostumbrada a mi ansiedad, producto de la ciclotimia.
Acá es donde me juzgan por auto diagnóstico y googleo el significado de todo término médico que uso para definirme.
Así compruebo que sí, que lo tengo, que lo vivo y lo sufro.
Y no lo tomo en juego ni lo uso para victimizarme. Si así lo quisiera, estaría relacionándome con gente que me pueda ayudar.
En cambio acá estoy,
con los monjes tibetanos del tercer ojo de youtube, en el balcón terraza de mi departamento, en un barrio que grita goles sin sentimiento. Gente que grita y choca autos, nenes que corren y perros que les ladran.
La luna llena allá arriba, que me mira tratando de que vaya a terapia.
Yo lloro
y me aliviano un poco.

Comentarios

Entradas populares de este blog

AGOTADA

AGOTADA estoy, porque siempre me apesadumbra la idea de lo malo que pueda llegar a pasar Que me pase todo junto porque no aguanto más HARTA de no poder resolver de antemano lo que sé que va a pasar. Y quizás pasa porque esa energía que maneja el miedo, hace que sucedan las cosas que más tememos. De repente me siento bien de nuevo y quiero escribir. Me gusta mostrarme cuando estoy bien No me gusta escribirme cuando estoy mal. Me siento adolescente suicida. Sin prejuicio de todo lo que implica juntar esas dos palabras. Fui adolescente y también lo pensé. Quitarte la vida a veces sería una buena solución hasta que descubrí que si lo hacía, ¿cómo lograría todo lo que tengo pensado? Y ahí es cuando agradezco estar VIVA Empiezo de nuevo y escribo, me hallo y me gusto Me busco y me mimo me libero, escribo. Otra vez un detalle, porque ya no quiero llamarlo problema. Un detalle que hace que mi día esté apagado y que cada vez que intente, dentro...

La vida es quebradura constante

Y ni siquiera sé bien si es la palabra que define lo que quiero decir, pero me refiero a esas situaciones en las que justamente no podes poner en palabras lo que te sucede, todo eso que tanto te molesta y no porque quieras pasarla mal. Muchas veces nos pasan cosas que no deberían pasarnos. Muchas veces me pasan cosas que no sé cómo manejar. Situaciones en las que entiendo a los demás, que no voy a enfrentarme ni generar rispideces porque toda persona tiene sus razones para actuar como lo hace. Pero hay algo que se genera en mí que intenta responsabilizar al otro en cierta manera, de todo lo que no puedo, por una acción externa. Como si de alguien más, además de mí, dependiera mi vida, las decisiones que tomo y lo que quiero hacer. Como si no fuera mi absoluta responsabilidad no poder decidir qué hacer frente a ciertas situaciones. Todo lo que podía pasar que me hiciera tanto daño, ya pasó. Cosas que creí que nunca viviría, las viví. Realmente creo que si vuelve a p...

BASTA DE TODO

Dije basta y ya no más. No siento que deba algo, que haya algo por resolver, ¿Que tengo cosas por cambiar y temas por conversar? puede ser. Pero basta. Ya no soy responsable de los problemas que no tienen solución. Si no tienen solución, no existen para mí. En esta nueva forma de vida que elegí, que decidí para ser feliz, no va a entrar nada que no me sume. Y si no me suma hablarte, no lo hago. Si no me suma verte, me alejo. Si me suma, va conmigo. Va conmigo todo lo que me haga bien y quiero agradecerte a vos, a quien siempre creyó en mí, aunque tantas veces lo ocultaste. Cuántas veces por miedo, por prejuicios o alguna traba que creías imposible de quitar, no me aconsejaste como debías. Pero aún así, estabas ahí, al lado mío escuchándome, dándome un hombro para llorar y una mano por besar, unos brazos por abrazar y una sonrisa para disfrutar. A vos que nunca me dejaste sola. En los peores momentos, en los mejores, pero sobre to...