Por esta vista es que lo pienso, por este cielo es que me escapo. Por ese aire puro que se disfraza de hollín es que necesito irme de la ciudad. Por un color naranja, de atardecer tan vivo, que un edificio me tapa parcialmente, es que prefiero irme a donde sea que pueda contemplar la máxima maravilla del mundo, en su completitud más plena. Donde sólo existan nubes o estrellas que se dibujen en el cielo, no recuadros e inventos, que con sus manos el hombre nos regaló. Que manera más extraña de querer vivir los invadió a aquellos que primeramente decidieron edificar, y así destruir la naturaleza entera. A mí no me vengan con civilizaciones avanzadas. De civilización es poder disfrutar, sin arruinar, lo que el mundo nos ofrece; es poder ver sin interrumpir, una estela de colores que marcan que el planeta sigue girando. Un planeta tierra que está devastado. Que no da más y nos lo dice, pero nos cuesta tanto escucharlo. Porque preferimos escuchar los motores rugir
Conflictos de todos los días.